viernes, 25 de octubre de 2013

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Paris

 

Lisboa

Londres

Viena


Las mejores confiterias de Europa




Lisboa

Los londinenses tienen pubs, los parisinos boulangeries y los lisboetas pastelarías, templos consagrados a tentadores pasteles, y en particular a los pasteis de nata. En Portugal es imposible hacer dieta, sobre todo en la obligatoria visita a la famosa Antiga Confeitaria de Belén adornada con azulejos, unos nidos dorados de hojaldre calentitos, rellenos de crema pastelera y espolvoreados con canela y azúcar glas. Dicen que cada domingo venden más de 50.000 de estos pasteles. Si se toma un café en el salón interior, podemos pedir los pasteles para llevar y nos ahorraremos la enorme cola que hay siempre en la parte exterior.
Si no queremos desplazarnos al barrio de Belém, una opción más que recomendable es la Confeitaria Nacional, en la praça da Figueira, todo un clásico para golosos, que desde 1829 seduce a sus clientes con bicas (cafés) bien cargados, macarons y pastéis de nata.

 París

En París los hornos huelen a mantequilla y a crema Chantilly. Es difícil seleccionar entre tantos escaparates llenos de delicias dulces. Para muchos, Ladurée es la mejor pastelería francesa de París desde 1862, famosa por ser la creadora de los ligeros macarons, ahora tan de moda en todo el mundo. El famoso Saint Honoré Rose Framboise, un pastel con base de hojaldre y glaseado a la rosa que esconde en su interior confitura, y se corona con crema Chantilly, profiteroles a la fresa y frambuesas naturales, ¡una bomba de calorías al mejor estilo francés!

Otro de los clásicos en París, también famoso por sus macarons es Pierre Hermé. En sus vitrinas, sin embargo, hay mucho más que macarons: tartas, chocolate, turrón, mermelada petits fours...

En St. German encontraremos el tercero de los extraordinarios pasteleros parisinos, el gran Philippe Conticini, que expone en su Pâtisserie des Rêves sus magníficas creaciones bajo campanas de cristal. Cada mes elabora una tarta de frutas diferente: de plátano en enero, de almendras en marzo, de higos morados y membrillo en noviembre... un calendario dulce y fantástico.

Londres

Scones, tartas llenas de merengue y cremas, cakes de todo tipo... A lo que hay que su sumar su amor por el chocolate en todas sus facetas. Para los golosos que vayan a Londres recomendamos una visita a los dos grandes templos del gourmet: el clasiquísimo Fortnum & Mason , con tres siglos de tradición vendiendo sus famosos tés exóticos y mermeladas y el Food Hall de Harrods, donde encontrarán lo mejor de lo mejor en cuestión de comida y por supuesto de pasteles y dulces de todo tipo.

 

Patelillos y 'scones' de Bea's of Bloomsbury en Londres. / Helena Marie Fletcher

 Konditor & Cook de Cornwall Road, la elegante pastelería donde podrán probar unos maravillosos pasteles de lavanda y naranja, limón y almendras o merengues de frambuesa gigante, la pastelería francesa, Patisserie Valerie, en Bishop Square, está considerada por muchos como la mejor pastelería de Londres. Su espejo de chocolate es muy conocida entre los golosos londinenses, a los que les gusta contemplar cómo trabajan los pasteleros de cara al público, entre hornos y bandejas.

Otra pastelería exquisita es Bea’s of Bloomsbury, aunque en realidad es una casa de té célebre por su afternoon tea . Especializada en cupcakes, brownies, grandes merengues crujientes, dulces típicos de Navidad o panecillos de Pascua. Los fines de semana es imprescindible reservar, aunque siempre queda la opción de que te preparen una cesta de picnic con el afternoon tea para llevar.

 

Viena

La original tarta Sacher vienesa.

La Sachertorte vienesa una de las tartas mas dulces. Uno de cada dos turistas que visita la ciudad pasa por el Café Sacher y compra este famoso pastel de chocolate con mermelada de albaricoque que en su día deleitó al emperador Francisco José. Aunque Sacher no es el más auténtico de los cafés, a los turistas les encanta por su lujoso mobiliario, su ejército de camareros y su aire de nobleza.

La competencia es la Confitería Demel, en una de las entradas del Hofburg. El ambiente es igual de lujoso y todavía más rococó que el de Sacher y los dulces igual de ricos. Vende una exquisita Créme-Schnitte y un magnífico Apfelstrudel y un montón de dulces que se pueden ver cómo se elaboran tras una cristalera. La pastelería fue fundada en 1786 por Ludwig Dehne que terminó vendiendo su negocio a su asistente Christoph Demel, justo en el momento de mayor auge de Viena. Consiguió ganarse a la emperatriz Elizabeth como clienta asidua y se convirtió en el proveedor oficial de la casa imperial. Durante muchos años mantuvo un litigio con Sacher por la venta de la Sacher Torte, pero desde hace algunos años se resolvió que la de Sacher se llamara “Original Sacher Torte” y la Demel se llamara “Eduard Sacher Torte”. La primera lleva dulce de albaricoque en su interior y la segunda en la parte superior.